La siempreviva, conocida en botánica como Limonium sinuatum o estatice y coloquialmente como capitana, es una planta perenne que destaca por su capacidad para conservar sus colores incluso después de secarse.
Es originaria de la cuenca mediterránea y se caracteriza por su resistencia y su capacidad de florecer en condiciones adversas, como suelos pobres y climas secos.
Simbolizan la eternidad, la inmortalidad y los recuerdos duraderos. Incluirlas en nuestros ramos y centros, además de aportar un toque delicado y silvestre, añade un mensaje especial de durabilidad y permanencia.
La flor se caracteriza por su pequeña estructura y sus delicados pétalos de textura similar al papel. Se agrupan en racimos densos sobre tallos largos y erguidos, lo que les permite destacar en cualquier arreglo floral. Sus colores vibrantes abarcan una amplia gama, desde el blanco y amarillo hasta tonos intensos de azul, púrpura, rosa y lila.
El tallo de la siempreviva puede medir entre 30 y 70 cm de altura. Es delgado, rígido y leñoso en su base, lo que le otorga su resistencia y capacidad para mantenerse firme, incluso en climas ventosos o suelos pobres y, por supuesto, en nuestros centros y ramos.
Las hojas de Limonium sinuatum son de color verde oscuro y tienen forma alargada, con bordes ondulados o lobulados. Generalmente crecen en la base de la planta en forma de roseta. Son algo gruesas y ligeramente vellosas, lo que les permite retener agua y adaptarse bien a climas secos.
Florece en verano y otoño, generalmente desde finales de junio hasta octubre, dependiendo de las condiciones climáticas. Durante este período, produce flores que se mantienen vibrantes durante varias semanas. Aunque florece principalmente una vez al año, las flores cortadas pueden durar muchos meses si se secan adecuadamente.
Cómo secar la siempreviva
Cuándo cortarlas
El primer paso para obtener flores secas de calidad es saber cuándo cortarlas. El mejor momento para cosechar la siempreviva es cuando las flores están completamente abiertas, pero aún frescas. Si esperas demasiado, las flores pueden empezar a marchitarse o perder su color. Debes cortar las flores en la mañana, después de que el rocío se haya evaporado, pero antes de que el sol esté demasiado fuerte, para evitar que se deshidraten o marchiten durante la manipulación.
Cómo cortarlas
Usa tijeras de podar afiladas para cortar los tallos. Es recomendable cortar los tallos lo más largos posible, ya que pueden recortarse después de secarlos. Asegúrate de quitar las hojas de la parte inferior del tallo para evitar la acumulación de humedad, que podría provocar moho o una mala conservación.
Reúne los tallos en pequeños ramilletes, agrupando entre 5 y 10 tallos por manojo. Es importante no hacer ramilletes muy grandes, ya que esto podría dificultar una circulación de aire adecuada y hacer que las flores se sequen de forma irregular. Ata cada manojo con una cuerda o una banda elástica, lo suficientemente ajustada para que no se desarmen al colgarlos, pero no tan apretada que aplaste los tallos.
Cómo secarlas
La técnica más común para secar siemprevivas es colgar los ramilletes boca abajo en un lugar seco, oscuro y bien ventilado. Colgar las flores boca abajo ayuda a que los tallos se mantengan rectos mientras se secan y evita que las flores se deformen. El lugar debe estar alejado de la luz solar directa, ya que esta puede hacer que las flores pierdan su color vibrante. La oscuridad también ayuda a mantener los colores más intensos.
Qué tenemos que tener en cuenta
Es crucial que el espacio donde cuelgues las flores sea fresco y seco. Las temperaturas ideales son entre 20-25 °C, con una baja humedad, para evitar que las flores se pudran o se vuelvan frágiles por la sequedad extrema. Si la humedad es alta, el proceso de secado puede demorarse más tiempo y aumentar el riesgo de moho. Un deshumidificador puede ser útil si vives en un área con alta humedad.
El tiempo que tardan en secarse las siemprevivas puede variar dependiendo del clima y la ventilación, pero generalmente el proceso tarda de 2 a 4 semanas. Durante este tiempo, es importante evitar tocarlas mucho, ya que el manejo frecuente puede debilitar los tallos o hacer que las flores se dañen antes de que estén completamente secas.
Otros modos de secado
Gel de sílice
Para obtener un secado más rápido y asegurar una preservación de los colores aún más vibrante, puedes utilizar gel de sílice. Este método es especialmente útil si deseas secar flores individuales o si vives en un ambiente muy húmedo. El gel de sílice es un desecante que absorbe la humedad de las flores rápidamente. Solo necesitas cubrir completamente las flores con el gel en un recipiente hermético y dejarlas reposar durante una semana o hasta que estén completamente secas.
El gel de sílice se vende en droguerías, perfumeríase hipermercados.
En el microondas
Si buscas acelerar el proceso, el microondas es una opción viable, aunque más delicada. Coloca las flores entre hojas de papel absorbente y caliéntalas en intervalos de 30 segundos a baja potencia, revisando frecuentemente para no sobrecalentarlas. Este método es ideal si quieres secar pequeñas cantidades de flores y prefieres una solución rápida.
Cómo almacenarlas
Una vez que las flores estén secas, puedes cortarlas a la longitud deseada. Si no vas a utilizarlas inmediatamente en un arreglo floral, es importante guardarlas adecuadamente para que mantengan su belleza. Lo ideal es almacenarlas en cajas de cartón o bolsas de papel en un lugar seco y oscuro. Evita usar bolsas de plástico, ya que pueden atrapar la humedad y causar moho.
Si las flores pierden su rigidez con el tiempo o se dañan, puedes rociarlas suavemente con laca para el cabello para darles un refuerzo adicional.