Reproducir plantas a partir de esquejes es una técnica muy eficaz y sencilla para reproducir todo tipo de plantas. Este método se llama propagación.
La ventaja con respecto a la siembra de semillas es que es un proceso más rápido y fiable, los esquejes tardan menos tiempo en alcanzar cierto desarrollo y el resultado será más parecido a la planta madre. Cuando las plantas nacen de semillas, cada planta nueva puede ser diferente, pero al cortar esquejes de los tallos la planta nueva es un clon de su planta madre.
No es preciso ser un experto en jardinería, es un proceso sencillo, cualquiera podemos hacerlo, pero es importante saber cuándo es el momento adecuado para cortar los esquejes, dependerá de la variedad de la planta y de la madurez de sus tallos.
Hay que escoger una planta madre sana y libre de enfermedades para obtener los esquejes. Es preferible seleccionar plantas que estén en su fase de crecimiento activo evitando los fragmentos demasiado vigorosos o demasiado débiles y los que estén estresados por factores como falta o exceso de agua, enfermedades o parásitos.
Esquejes de hoja
Las plantas suculentas, las que almacenan agua en sus hojas, tallos o raíces, son las más fáciles de reproducir. Algunos ejemplos son: el Aloe vera, la Echeveria, Lithops, Senecio colgante, Sansevierias o Espadas de San Jorge…
Debemos cortar la hoja, con cuidado de no dañar la planta madre, y dejarla secar durante unos dos o tres días, tiempo para que cicatrice la herida que hemos infligido al cortarla. Lo ideal es colocarla en una zona de sombra y no regarla, tenemos que evitar que se genere moho. En algunos casos es suficiente con colocarlas directamente en el sustrato enterrando la parte cortada.
Cuando la herida esté seca, la colocamos sobre un sustrato para cactus, dejándola, literalmente, sobre el sustrato sin que la parte del corte esté en contacto directo. Cada dos días humedecemos con un pulverizador nuestra hoja en reposo durante un mes evitando regar de más el sustrato.
Transcurrido ese tiempo se irán formando nuevas plantas en la base de nuestra hoja. Cuando estén completamente formadas es momento de plantarlas. Es normal que la hoja original se marchite, no debemos preocuparnos.
Otro modo es el conocido como por división y es la técnica recomendable cuando nuestra planta original tiene hijos.
Para ello debemos dejar crecer estos hijos hasta que tengan un buen tamaño. Sacamos la planta original con sus hijos de la maceta con paciencia evitando dañar las raíces. Separamos las plantas y las plantamos en un sustrato específico para cactus. Durante un mes y cada dos días humedeceremos con un pulverizador nuestras nuevas plantas.
Esquejes de tallo
Es la técnica que emplearemos cuando queramos reproducir una planta a partir de un fragmento del tallo desgajado o cortado e introducido en sustrato para que enraíce.
Esta forma de reproducción se llama asexual porque que a diferencia de la sexual no necesita fecundación.
Como norma general hay que elegir una planta madre sana y libre de enfermedades para obtener los esquejes y utilizar tijeras de podar limpias y afiladas.
Selecciona esquejes que tengan entre 20 y 25 centímetros de longitud, el grosor aproximado de un lápiz y que tengan al menos dos nudos. El corte de la base hay que hacerlo justo por debajo de un nudo o yema y el corte superior por encima del otro nudo, ambos a unos dos milímetros tanto por arriba como por abajo. El corte de la base debe ser recto y el del extremo en bisel. Los cortes deben de ser limpios y precisos.
Retira las hojas inferiores del esqueje para reducir la pérdida de agua por transpiración y evitar que las hojas entren en contacto con el medio de enraizamiento. Algunas especies pueden beneficiarse del uso de hormonas de enraizamiento para estimular el desarrollo de raíces. Aplica las hormonas siguiendo las instrucciones del fabricante y asegúrate de que los esquejes estén uniformemente cubiertos. En nuestra tienda te podemos asesorar.
Inserta los esquejes en el sustrato, en principio en un recipiente pequeño, en un ambiente cálido y con luz indirecta asegurándose de que queden firmemente colocados y que el medio los sostenga correctamente. Mantén el sustrato húmedo pero no saturado.
Una vez que los esquejes hayan desarrollado un sistema de raíces saludable, están listos para ser trasplantados a macetas individuales más grandes o al lugar de siembra definitivo.