El jardín de primavera más hermoso del mundo

Cada primavera, desde 1950, abre sus puertas Keukenhof (traducido, Jardín de la Cocina), el mayor jardín de tulipanes del mundo, el más conocido y más bonito Jardín de Europa.

Cuarenta jardineros plantan cada septiembre al rededor de 7 millones de bulbos de más de 1.600 variedades, entre ellas más de 800 especies de tulipanes, para mostrar en primavera un espectáculo floral sin precedentes.

Jazmines, narcisos, iris, gladiolos, rosas, orquídeas, entre otras flores, y sobre todo, tulipanes, dibujan un impresionante cuadro de flores en las 32 hectáreas de superficie que ocupa en la finca Keukenhof.

Esta parcela de 250 hectáreas, conocida también como el Jardín de Europa, contiene 16 edificios, entre ellos, un molino de 1892 considerado como unos de los símbolos más representativos de esta región y un castillo.

Además, los 15 Km. de senderos del parque, que se pueden recorrer también en bicicleta, tienen más de 2.500 árboles de más de 100 especies, más de 100 variedades de prunus (flores de cereza) y una exposición de 75 esculturas de diversos artistas.

En Keukenhof a 35 Km. de Ámsterdam, 100 expositores y más de 20 exposiciones, representan la potencia hortícola floral de Países Bajos que este año, 2024, celebra su 75 aniversario.

De un modo similar al espectáculo que se produce con la floración de los cerezos en el Valle del Jerte, este huerto es un museo efímero, abre solo durante ocho semanas, desde el 21 de marzo hasta el 12 de mayo, espacio en el que es visitado por casi un millón y medio de personas.

Cinco atractivos jardines

El parque de Keukenhof se articula en cinco cautivadores jardines.

El Hilltop Heaven tiene el atractivo de poder ver todas las flores desde de la colina.

Este 2024, el Beach Garden, entre palmeras y sombrillas de paja, transportará la atmósfera de Ibiza a los Países Bajos.

El Mediterranean Garden afrontará el reto de trasladar un playa a estas latitudes más septentrionales, con tonos terracota, cactus y mobiliario de madera.

Finalmente, el Sounds of Spring Garden dará la nota más vanguardista fusionando grafitis, música y naturaleza, mientras que el Romantic Mystery celebrará el amor y el romance en el corazón de Keukenhof.

Los pabellones

Los pabellones son otro de los atractivos de Keukenhof.

En el pabellón Oranje Nassau se exhiben flores de interior, en el pabellón Willem-Alexander, durante la última semana de apertura alberga la mayor exposición de lirios del mundo, 15.000 lirios de unas 3000 variedades.

El pabellón Beatrix, por su parte, tiene como temática el romanticismo, albergando la exposición de orquídeas y anthurium más bonita de toda Europa.

La exposición Tulpomanía en el pabellón Juliana nos adentrará en la historia de bulbos tan misteriosos como el tulipán negro, podrás poner nombre a tu propio tulipán, ver cómo se cultiva y escuchar a los expertos en la materia.

Origen del tulipán

La palabra tulipán se deriva del turco tülbent, que significa turbante.

La planta se designó con este nombre porque decían que la flor cerrada recordaba a este tipo de tocado.

Los tulipanes se hicieron populares en Europa en el S. XVI y, aunque en los Países Bajos enloquecieron a una nación entera, originariamente eran cultivados en el imperio Otomano (actual Turquía) y Kazajistán donde adornaban jardines y palacios, así como los tocados de los sultanes demostrando poder.

Por aquella época, Holanda vivía su época de Oro y el comercio estaba al alza gracias a la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales. Los diplomáticos recibían tulipanes de los sultanes en sus visitas y en una de éstas el embajador belga se los regaló a su amigo Carolus Clusius (reconocido botánico, médico y profesor en la Universidad de Leiden) para plantarlos en sus jardines con el fin de realizar investigaciones médicas.

Los holandeses se quedaron maravillados con la increíble gama de colores de esta flor bajo su cielo gris y tanto fue así, que empezaron a desaparecer misteriosamente de los jardines de Clusius. Al poco tiempo se empezaría a negociar con ellos de forma clandestina desatando una moda sin precedentes que acabaría derivando en la Tulipomanía, la primera burbuja económica y crisis financiera de la historia.

La Tulipomanía

Los tulipanes se convirtieron en un símbolo de estatus social por lo que en un principio sólo las personas adineradas o de la realeza poseían estas flores en sus jardines. Poco a poco, el resto de clases sociales también empezó a invertir entregando en muchas ocasiones propiedades y otro tipo de bienes de valor a cambio de esta flor que se llegó a convertir en pieza de coleccionista dentro de un mercado totalmente especulativo.

En 1636 se declaró una epidemia de peste bubónica que encareció la mano de obra y los precios siguieron subiendo hasta que la burbuja estalló y consecuentemente, comenzaron a caer en picado debido a la falta de compradores y causando una gran bancarrota generalizada en la mayoría de la población.

Se encontraban ante la mayor burbuja financiera de la historia, conocida como Tulipomanía.

El país se recuperó de esta gran crisis exportando las flores que lo habían llevado a la ruina.

Actualmente, los Países Bajos es uno de los mayores exportadores de flores del mundo siendo el tulipán todo un símbolo en el país.

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