El nombre botánico de la Kentia es Howea forsteriana y se debe al lugar de donde son originaria, la isla Lord Howe ubicada en el Pacífico cerca de Australia.
Esta planta tropical crece de forma natural en los bosques subtropicales y se adapta bien a las condiciones de interior.
Es conocida por su follaje exuberante y elegante. Tiene hojas pinnadas (plumosas) de color verde oscuro que crecen en forma de abanico desde un tallo largo y delgado. Las hojas son largas y arqueadas, lo que le confiere a la planta una apariencia grácil y esbelta.
En interiores, la Kentia puede alcanzar alturas de hasta 1.8 o 2.4 m. Es una planta de crecimiento lento, por lo que tarda varios años en alcanzar su tamaño completo. La forma de la planta es erguida y esbelta, con un tronco delgado y elegante.
La Kentia es fácil de cuidar. Prefiere la luz indirecta intensa, pero puede tolerar condiciones de luz más tenue. Requiere riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo, pero es importante no saturar el suelo. Se adapta bien a ambientes interiores y es una alternativa popular en oficinas, salas de estar y áreas de recepción.
Las Kentia son palmeras de crecimiento lento, pero puedes cambiar su maceta cada año, al principio de primavera. Busca una que sea, al menos, 5 cm. de diámetro mayor para permitir su crecimiento. No olvides fertilizar con cierta frecuencia para estimular su desarrollo, sobre todo en primavera y verano.