Las hortensias son plantas pertenecientes al género Hydrangea, género que comprende alrededor de 70 a 75 especies nativas del sur y este de Asia y América. Son conocidas por sus llamativas flores y su capacidad para cambiar de color según el pH del suelo. Estas plantas son populares por su floración vistosa y su relativa facilidad de cultivo.

Las flores de la hortensia son quizás su característica más distintiva. Se agrupan en grandes inflorescencias esféricas o cónicas llamadas corimbos, que pueden medir desde unos pocos centímetros hasta más de 30 cm de diámetro. Las flores individuales son generalmente pequeñas y pueden ser de dos tipos: fértiles e infértiles. Las flores infértiles, que son las que más destacan visualmente, tienen sépalos grandes y coloridos que rodean las flores fértiles más pequeñas y discretas.

La floración de las hortensias generalmente ocurre desde finales de la primavera hasta principios del otoño, dependiendo de la especie y del clima.

Las hojas de las hortensias son también un rasgo importante de la planta. Son generalmente grandes, opuestas y de forma ovalada a elíptica con bordes dentados. El color de las hojas varía del verde claro al verde oscuro, y algunas especies pueden mostrar tonalidades rojizas o púrpuras en otoño. Pueden medir entre 7 y 20 cm de largo y entre 5 y 15 cm de ancho, su textura puede variar de suave a ligeramente rugosa y la superficie puede ser brillante o mate.

El color de las hortensias

El color de las flores puede variar ampliamente y depende en gran medida del pH del suelo. En suelos ácidos las flores tienden a ser azules debido a la disponibilidad de aluminio. En suelos alcalinos, las flores suelen ser rosas o rojas. Algunas variedades también pueden presentar flores blancas o verdes.

Incluso dentro de la misma plantación o en áreas muy cercanas entre sí se pueden presentar flores de distinto color. Diferentes niveles de descomposición de materia orgánica, el uso de fertilizantes específicos, las variaciones en la composición mineral del suelo, las características genéticas de las plantas, la forma en que se riega y mantiene la plantación pueden resultar en diferencias locales en el pH y la disponibilidad de aluminio.

Cuidados

Necesitan riego regular, especialmente en períodos de sequía. Es importante mantener el suelo húmedo pero no saturado, que el suelo retenga suficiente humedad sin estar encharcado y prefieren suelos ricos en materia orgánica, bien drenados y ligeramente ácidos.

Eliminar las flores marchitas y podar la planta es esencial para controlar el tamaño de la planta y el crecimiento de nuevas ramas y flores.

Depende de la especie. Las hortensias que florecen en madera nueva (los brotes y tallos que han crecido durante la temporada de crecimiento actual) deben podarse a fines del invierno o principios de la primavera. Las que florecen en madera vieja (las partes de la planta que tienen más de un año de edad) deben podarse después de la floración. En ambos casos se deben cortar los tallos a unos pocos centímetros por encima de un nodo.

La fertilización equilibrada, no en exceso, en primavera y a principios del verano, con un fertilizante apropiado es adecuado para la mayoría de las hortensias.

Hay que tener en cuenta que las hortensias pueden verse afectadas por plagas como las de pulgones, araña roja o cochinillas y enfermedades como la antracnosis. Para ayudar a controlarlas puede ser adecuado el uso de insecticidas específicos.

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