Cada año, el 21 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional de los Bosques, una ocasión significativa para recordar la importancia crítica de estos ecosistemas para la vida en la Tierra.

Los días internacionales sirven para poner a disposición del público en general información sobre cuestiones de interés, movilizar la voluntad política y los recursos para abordar los problemas mundiales y celebrar y reforzar los logros de la humanidad.

El 21 de marzo también es Día Mundial del Síndrome de Down, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, Día Mundial de la Poesía, Día Internacional del Color y Día Mundial de la Marioneta.

Esta efeméride se celebra desde marzo de 2013, fue en diciembre de 2012 cuando la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución en la que declaró el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques.

El principal objetivo de este día es crear conciencia de la importancia de cuidar y preservar todas las áreas forestales del planeta y, por tanto, la supervivencia de todas las especies.

Actualmente abarcan un tercio de la superficie terrestre y muchos de ellos se encuentran protegidos o han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.

El bosque desempeña un papel fundamental en la salud del planeta y en el bienestar humano más allá de ser de ser un paisaje natural más o menos espectacular.

Es el hogar de una increíble diversidad de flora y fauna, muchas de las especies son únicas o están en peligro de extinción y esta pluralidad actúa como reservorio de biodiversidad favoreciendo la estabilidad de los ecosistemas y la resiliencia frente a los cambios ambientales.

La pérdida de bosques representa una amenaza grave para esta diversidad biológica, por eso es importante y urgente proteger y conservar estos hábitats.

Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor

El tema para 2024 del Día Internacional de los Bosques es “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor».

La lucha contra la deforestación requiere nuevos avances tecnológicos. Con 10 millones de hectáreas que se pierden anualmente debido a la desaparición de bosques y aproximadamente 70 millones de hectáreas arrasadas por los incendios, estas innovaciones tecnológicas son imprescindibles para los sistemas de alerta temprana y la producción sostenible de materias primas.

La importancia de los bosques va más allá de su biodiversidad. Son cruciales para el ciclo del agua, contribuyendo a la regulación del clima y la calidad del aire. Los bosques actúan como sumideros de carbono, absorbendo dióxido de carbono de la atmósfera y ayudando a mitigar el cambio climático.

Desempeñan un papel vital en la seguridad alimentaria, proporcionando alimentos, hongos y plantas medicinales y, también, son fuente de materiales de construcción, combustible y medicamentos para millones de personas en todo el mundo.

Alrededor de 1.600 millones de personas dependen directamente de los bosques para sobrevivir. Pese a todos estos beneficios, la deforestación continúa a un ritmo imparable de unos 13 millones de hectáreas al año.

Deforestación, fragmentación del hábitat, explotación insostenible de recursos y cambio climático son las principales amenazas.

Es imperativo que tomemos medidas inmediatas y acordadas para proteger y restaurar los bosques.

Reconocer y valorar la importancia de los bosques para el ciclo hidrológico global es fundamental para garantizar la gestión sostenible de estos ecosistemas críticos. La protección de los bosques no solo beneficia a la naturaleza, sino que también contribuye al bienestar humano y al desarrollo sostenible en general.

En el Día Internacional de los Bosques, comprometámonos a cuidar y preservar estos recursos naturales reconociendo su importancia vital para la salud del planeta y de todas las formas de vida que lo habitamos.

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